Una escuela española enseña a los varones a cocinar, plancha y limpiar. Enséñale a tu hija independencia económica para que busque un compañero, no a un patrocinador. Enséñale a tu hijo independencia doméstica, para que busque a una compañera, no a una sirvienta.
Ya no es un secreto que las mujeres en el hogar pasan el doble de tiempo en las tareas domésticas y de cuidado infantil que los hombres. Sin embargo, al contrario de lo que algunos podrían pensar, ¡la pasión por la limpieza o el amor por los platos no es una predisposición genética del sexo femenino!
Para evitar que esta distribución desigual del trabajo doméstico se perpetúe de generación en generación. Se debe enseñar a niños y niñas las tareas domésticas de la misma manera, sin hacer distinción de género.
¿Alguna vez te has sentido mal por pedir a tus hijos apagar sus teléfonos inteligentes y hacer que ordenen la casa? ¿Cuántas veces no te han hecho caso?
Al interpretar esta necesidad, un internado español quería actualizar sus materias escolares introduciendo una nueva materia, al tiempo que promovía la igualdad de género entre los adolescentes de la generación de teléfonos inteligentes. Y esto tuvo gran éxito con los chicos involucrados.
En la ciudad de Vigo, en la provincia española de Pontevedra,
los estudiantes del Colegio de Montebello son invitados a ensuciarse las manos, en todos los sentidos de la palabra, desde el primer año de estudio se les enseña sobre las “habilidades domésticas”.
Los adolescentes en el primer año, sin distinción entre niños y niñas, aprenden el difícil arte del quehacer doméstico, especialmente la capacidad de cocinar, limpiar y planchar.
“Estas son tareas para todos”, dijo José Manuel Rodríguez Lago, director de Montebello, “queremos fomentar algún tipo de responsabilidad compartida para las tareas del hogar”. Y agregó: “Estas tareas son las mismas. No únicas a un género particular”.
Esta experiencia, sin precedentes en el panorama del sistema educativo europeo,
ha sido tan popular entre los estudiantes que la tasa de participación en estos cursos se ha disparado cada vez más.
“Es una cuestión de planificación, cada escuela es independiente”, dice José Manuel Rodríguez Lago, para explicar esta diferencia de ritmo.
Por lo tanto, este colegio de Montebello en Vigo da una gran señal de educación para la igualdad de género, en un momento en que la distinción entre trabajo profesional y doméstico es todavía demasiado marcada.
Una escuela española enseña a los varones a cocinar, plancha y limpiar.